viernes, 14 de diciembre de 2012

Biblioteca Popular Renovación



La biblioteca Popular Renovación fue fundada por un grupo de vecinos con ideas y deseos de llevar a su pueblo hacia el progreso y la cultura.

Habiéndose disuelto el centro de empleados de comercio se estableció que los muebles y útiles del mismo pasarían a poder de la comisión de una nueva biblioteca.

Se convocó ex integrantes y simpatizantes a una asamblea general, en la cual, se eligió la comisión directiva y se fijó la orientación futura de la biblioteca. Surgió entonces, que la misma funcione como sociedad cultural y biblioteca pública, imponiéndose el nombre de Renovación.
Se consideró la orientación de la futura institución, que sería la encargada de difundir la ilustración y cultura entre sus asociados y el pueblo, por esto se declara a la biblioteca, ajena a toda tendencia política y religiosa.

Con esfuerzo y dedicación se logró aumentar considerablemente el número de libros y socios. Con el apoyo de la población, se  organizaron fiesta, espectáculos, teatrales, rifas y préstamos personales. Juntando el dinero necesario para levantar el edificio propio.
El 21 de agosto de 1937 se resolvió solicitar la donación de un terreno para la construcción de un local.

En 1942, gracias al terreno donado por el municipio y el dinero recaudado en las distintas actividades se construyó la sede social que consistió en una amplia sala moderna, bien iluminada, con anaqueles y muebles adecuados para el uso de los lectores.

Se inauguró el nuevo edificio un 20 de octubre de 1944. La biblioteca que había nacido en una humilde carpintería, encontró una casa adecuada que cubrió todas sus necesidades.

El 20 de agosto de 1942 se designa como 1 bibliotecaria a la Sra. Delia Schroder.

El caudal de libros inicial que era tan solo 300 llegan ahora, a más de 11.000, contando con los medios más modernos para su organización y servicio de los lectores.

En 1995 se vio resuelto en parte el problema que tenía sobre su escaso  espacio. Con la asistencia de la cooperativa de electricidad amplió la sala de lectura, con un anexo al que se le impuso el nombre de José San Pedro, integrante del grupo fundador y propulsor de la cultura y el cooperativismo.

En el transcurso de este año del centenario de Intendente Alvear la biblioteca sigue ampliando su espacio físico, cumpliendo así una segunda etapa de expansión. Con el apoyo de la CONABIP, incorpora una nueva sala que alberga más libros y servirá de aula taller para los distintos cursos que se realizan.

Los presidentes que se sucedieron en los 64 años de la biblioteca fueron los siguientes:

1-Sebastián Capozzi.
2-Oscar García.
3-Alonso Rodríguez.
4-Marta Bilbao De Trouboul.
5-Maria E.S de Baratta.

Casa Villa Elena: hogar del primer Intendente



Esta casa fue construida por Robustiano Rodríguez en 1905, como la casa “Villa Elena”, en honor a su mujer. El vivió allí con su familia, hijos y nietos.

Robustiano Rodríguez fue uno de los primeros pobladores de Intendente Alvear. Nació en Rauch, Buenos Aires, el 24 de Mayo de 1857. Hijo de Don José Rodríguez y Doña Bruna Gonzalía. 

Fue llevado por Enrique Tomkinson, a la alcaldía de Bahía Blanca. Allí vivió varios años donde se casó con Elena Andrada, formando una familia numerosa, ya que tuvieron diez hijos.

Tomkinson relaciona a Rodríguez con Don Ramón Santamarina y con la familia Alvear. Santamarina lo nombra administrador de la estancia “La Energía”, en Mariano Miró, trasladándose a la zona alvearense para administrar “El Trequén” de los Alvear.

En 1988 fue designado por el Gobernador del Territorio como Juez de Paz. Se desempeñó en este cargo desde el 22 de diciembre de 1898 al 2 de Agosto de 1899.

Ingreso  principal a la casa "Villa Elena"





















En 1907, Rodríguez se convierte en el primer Intendente de Alvear y Presidente del Concejo. Él era propietario de toda la zona comprendida entre Avenida Rawson, Diagonal Pasteur y calle Rivadavia.

Cuando Robustiano muere vende la casa a Jesús Quiroga. La señora Cabrera, esposa de Quiroga, muere siendo la última heredera, por lo tanto sus hijos venden la casa a Vicente Lisboa.

Luego, en el año 1988, la hija de Lisboa, Noemí, siendo la última dueña, hace un trueque con la Municipalidad cambiándola por otra casa. La casa “Villa Elena” fue comprada y restaurada por el Municipio.

En 1992, durante la gestión del Intendente Oscar Pepa, se la llamó “Casa de la Cultura”.

Actualmente, además de conservar y reflejar nuestro pasado debido a su arquitectura y elementos que tiene bajo su pertenencia, cumple una función cultural desarrollando diferentes actividades; se dictan talleres de bordado en cintas, macramé y telar, cartapesta, tejidos, y, también, se dan clases de pintura y guitarra.